Sonrisa 24 horas

11 FEBRERO 2006

Estoy harta, estoy cansada. No puedo más. Estoy cansada de sonreír constantemente, cansada de esa falsa sonrisa las 24 horas del día. Dadme un respiro. Necesito un respiro, dadme un margen. No podeís esperar que me trage todo lo que siento y ponga buena cara a todos vuestros comentarios. Necesito un margen, un descanso. Lo estoy intentando, sabéis que me esfuerzo y, lo creais o no, aunque no podais, o no querais, verlo, mes está resultando difícil. ¿Por qué os empeñais en complicarme la vida? ¿Por qué no os dais cuenta de que estoy aquí, de que esa sonrisa no es auténtica, de que no puedo poner buena cara las 24 horas del día?

Hago un gran esfuerzo por superarme cada día, lo estoy haciendo. Pero necesito un margen. No podeis pretender que todo vaya bien de repente, de la noche a la mañana. Es una camino largo y lleno de obstáculos. Y me parece perfecto que no esteis dispuestos a ayudarme, no os pido ayuda, sólo pido un margen. Un pequeño margen porque nadie, absolutamente nadie, puede mantener la sonrisa las 24 horas del día. Yo también me canso, me caigo, sufro y me cuesta. Me cuesta mucho. ¿Por qué no estais dispuestos a hacerme las cosas un poquito más fáciles?

No puedo. Así, no puedo seguir. Así no aguantaré mucho tiempo. Yo también tengo derecho a enfadarme de vez en cuando, a quejarme, a hablar... sabeis que no lo hago a menudo. Sabeis que me callo, que trago y que me aguanto. ¿Es que eso no os importa? De verdad, no puedo más. ¿Por qué me haceis esto? ¿Por qué os empeñais en no querer daros cuenta de lo más obvio? Qué fácil es poner buena y olvidar todo lo que ha pasado cuando tienes una sonrisa delante, ¿verdad? Pero cómo cuesta querer darse cuenta de la verdadera naturaleza de esa sonrisa. Cómo cuesta darse cuenta de que, en el fondo, todo lo que te empeñas en olvidar sigue ahí cuando no quieres darte cuenta.

Lo estoy intentando, dadme un margen. Lo estoy intentando, lo estoy intentando...

ANA