01 JULIO 2007
Terminaron los exámenes.
Por fin terminaron los exámenes. Maldita desdicha de un mundo que se mueve demasiado rápido sin siquiera saber a dónde ir, sin rumbo, sin sino. ¿Por qué? ¿Por qué nos movemos a un ritmo tal que atenaza a nuestros corazones? ¿Por qué? ¿Por qué las palabras atraviesan mi mente sin sentido alguno? ¿Por qué? ¿Por qué las palabras surcan mi mente, mi alma, fundiéndolas en un solo ser? ¿Por qué? ¿Por qué tantas preguntas sin responder? ¿Acaso es posible vivir sin saber? Vivir sin respuestas…
Maldita desdicha de un mundo que se mueve demasiado rápido. Que se pare. Que se pare el mundo. Yo me quedo aquí.
Llega el verano. Maldita desdicha de un mundo que se mueve demasiado rápido. El verano viene y va, dando paso al otoño, el invierno y la primavera para volver de nuevo al principio, para volver de nuevo al verano. Maldita desdicha de un mundo que se mueve demasiado rápido.
Que se pare el ritmo frenético que atenaza nuestras vidas. Que se pare el mundo. Yo me bajo aquí.
Malditas palabras que surcan mi mente a un ritmo pavoroso sin dejarme apenas respirar. Que se pare el mundo, yo me bajo aquí.
Llega el verano, maldito verano, maldita desdicha de un mundo que se mueve demasiado rápido. De un mundo que gira y gira sin cesar. Que se pare el mundo yo me bajo aquí.
Terminaron los exámenes. ¿Y ahora? ¿Qué sucederá ahora? Se acabaron las clases, los quehaceres, la rutina. Se acabó la rutina. ¿Y ahora qué? ¿Qué será de mí?
Ya llegó el verano. Aborrezco el verano. Aborrezco el verano porque con él se va mi rutina. Todo cambia y aborrezco los cambios. Y aborrezco el verano. La llegada del verano, tener que adaptase de nuevo. Los cambios. No me gustan los cambios. El calor, el tiempo, el aburrimiento, las palabras surcando mi mente. La playa, la piscina, ponerse de nuevo el biquini. ¿Por qué me resulta tan difícil si cada año es lo mismo? Lo mismo de siempre pero a la vez diferente porque todo cambia y tienes que volver a adaptarte. Y acaba de empezar el verano y ya deseo que comience el otoño. El frío, la manga larga, las clases, la rutina. Qué difícil me resulta adaptarme a los cambios. Qué rápido va el mundo.
Maldita desdicha de un mundo que se mueve demasiado rápido. Que se pare el mundo yo me bajo aquí.
Un mundo que se mueve demasiado rápido sin apenas darme tiempo para disfrutar porque aún me estoy adaptando, aún estoy buscando el modo de sobrevivir en mundo que se mueve demasiado rápido.
Y acabará el verano y comenzará el otoño y tendré que volver adaptarme, a encontrar el modo de sobrevivir a la rutina, a una rutina que no es más que el verdugo de mi vida. A una rutina que me ahoga. A una rutina que desgraciadamente anhelo porque no encuentro un modo de sobrevivir sin ella en este mundo que va demasiado rápido.
Maldita desdicha de un mundo que se mueve demasiado rápido. Que se pare el mundo yo me bajo aquí.
ANA
2 comentarios:
ana! disculpa pero tus escritos creo q no tienen por q repetir tanto las palabras, todo es termino el verano, aborrezco, yo que tu enriqueceria mas despues en pensar a escribir! cristica constructiva
Las críticas son bien aceptadas siempre cuando tengan una base. Es cierto que me repito mucho en este escrito... o no. Sé que tal vez soy algo enrevesada cuando escribo pero no se trata de repetir palabras, se trata del uso de la Retórica, lástima que para ti no sea más que una burda repetición.
Se trata de Retórica. Existen miles de formas de retórica, entre ellas, algunas como las que he usado, la anáfora y el paralelismo.
Siento que no entienderas el sentido del texto.
Saludos,
ANA
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