Antagonismo


21 MAYO 2007

Mi hermano mayor y yo nos llevamos apenas 1 año y medio. Cuando era pequeña le adoraba. Le admiraba. Le emulaba. Le seguía a todas partes ansiando seguir sus pasos y hacer todo lo que él hacía. Para mi hermano sólo era “la niña” que le seguía a todas partes.

Jugábamos a los Tente, a los Gigoe, a los Playmobil y a los Masters del Universo. Veíamos en la tele Bola de Dragón y Oliver y Benji. Siempre hacíamos cosas de niños porque no tenía nadie con quien jugar de modo que desarrollé en mayor medida la parte masculina de mi cerebro. No tenía con quien jugar a las muñecas o a las casitas.


Algunas veces conseguía que mi hermano me llevara en el carrito de mis muñecas si luego, a la vuelta, yo le llevaba a él; y la vuelta era cuesta arriba. En una ocasión, le pintó la cara a una de mis muñecas y, más tarde, cortó una de mis camisetas.

Nunca me he sentido arropada por mi hermano. Siempre creí que los hermanos mayores tenían que cuidar a sus hermanas pequeñas, protegerlas, quererlas. Pero él nunca me quiso, nunca me protegió, sólo era “la niña” (como me llamaba) que le seguía a todas partes. Se pasaba el día diciéndome “niña, deja de seguirme”.

Sin embargo, cuando tenía tres años, mi hermano se quedaba esperando en la ventana de mi clase porque había un niño que me pegaba y mi profesora siempre le echaba de allí.

Conforme fuimos creciendo, nos fuimos distanciando más. Cuando venían sus amigos a casa, siempre me echaba cruelmente. Uno de sus amigos siempre me decía que no le gustaba cómo me trataba mi hermano. Él siempre había querido tener una hermana pequeña para cuidarla, para protegerla, para mimarla y le daba pena ver cómo mi hermano no me trataba así.

Hubo algunos momentos en que nos unimos más. Pero hubo otros momentos en los que nos odiamos hasta un punto peligroso. Sucedieron algunas cosas desagradables y dejamos de hablarnos.

Cuando caí en la anorexia nuestra relación tocó el clímax.

Yo me volví desagradable, antipática y tremendamente susceptible. No se me podía decir absolutamente nada porque cualquier cosa, por insignificante que fuese, me molestaba hasta el extremo. Me ponía echa una furia como si fuese a llegar el fin del mundo.

Supongo que, entonces, salió de nuevo en mi hermano el sentimiento sobre protector. Por aquella época no era consciente de que sólo estaba preocupado por mí. No me di cuenta hasta años más tarde, cuando alguien me hizo saber la preocupación de mi hermano por mi situación. Sólo quería cuidarme, protegerme, ayudarme. Pero yo no estaba dispuesta a dejarme ayudar.

Para mí, mi hermano no era más que mi enemigo. Siempre estaba vigilándome, controlando lo que comía o dejaba de comer. Se pasaba el día espiándome, mirándome de reojo para poder “pillarme” in fraganti en cualquier momento. Le preguntaba a mis amigas sobre qué hacía o dejaba de hacer para contrastar mi información. Se chivaba a mi madre en cuanto tenía ocasión. Se pasaba el día detrás de mí diciéndome esto o aquello. Haciéndome la vida un infierno.

Yo comencé a odiarle. Comencé a evitarle y a rehuirle. Dejé de hablarle, dejé de mirarle, dejé de relacionarme con él. Tuvimos algunas grandes discusiones y nos retiramos la palabra. Pululábamos como dos almas en pena llenas de odio por mi casa. Atrás quedaron los días en que íbamos juntos a todas partes.

Cuando me di cuenta de que mi hermano sólo quería ayudarme era demasiado tarde. No sólo no estaba dispuesta a dejarme ayudar, sino que, después de 15 años echando en falta su protección, su ayuda, decidí que ya no la quería, que había llegado demasiado tarde.

Paralelamente, comencé a odiar la comida hasta un punto extremadamente angustioso y, por ende, comencé a odiar a mi hermano por su forma de comer. Por su descontrol. Comía a la hora que le daba la gana y no se privaba de nada. No comía fruta ni verdura. Verle comer me daba asco. Comencé a sentir asco hacia él. Me daba asco y pavor sentarme a la mesa y ver cómo toda mi familia devoraba todos esos platos grasientos sin el mínimo remordimiento.

Supongo que mi hermano tuvo algunos problemas personales aparte de todo aquello. Algunos problemas que no ha sabido superar. Mi hermano es una persona muy inteligente. A veces creo que su inteligencia le perjudica muchísimo. Mi hermano es un ser muy peculiar. Vive atrapado en mundo de fantasía y destrucción. Vive atrapado en un mundo oscuro de negación, caos y muerte. Desconozco las razones que le han llevado a tal situación pero no está bien. Ha perdido la ilusión por vivir. Nada le importa y está sumido en la mayor de las tristezas. Ha dejado de cuidarse, de hacer deporte. Ha perdido todo vestigio de esperanza en la vida y está perdiendo su juventud.

Es curioso, a veces me pregunto, cómo es posible que en mi familia tanto mi hermano como yo no estemos cuerdos. Cómo o qué ha hecho que lleguemos a esta situación. Qué hay dentro de nuestras cabezas que no nos permite ver la realidad tal y como es.

Actualmente, mi hermano vive encerrado en su habitación. Sale para comer e ir al baño. No ayuda en casa. No va a clase. No sale con sus amigos. Apenas tiene amigos. No habla con nadie. No se relaciona. Desconoce toda palabra agradable. Su alma vive en el más absoluto y profundo odio. Odio a sí mismo. Odio hacia al mundo.

Y lo peor de todo es que yo le odio. Supongo que, en el fondo de mí, le quiero, es mi hermano. Pero me da pena. Me da mucha pena que esté desperdiciando su vida. Y le odio. Le odio por ello. Le odio cuando le veo comer. Le odio cuando le veo encerrado. Le odio cuando veo que no va a clase, que se queda toda la noche frente al ordenador para luego pasar toda la mañana durmiendo. Le odio porque me da asco la forma en que vive. Le odio porque no soporto el descontrol que rige su vida.

Durante los últimos años mi vida se ha guiado por el control Por un control hasta el extremo de todas las cosas. El orden, las reglas, los horarios, las responsabilidades; el control. Y mi hermano es todo lo contrario. Por eso le odio. Cuando le veo siento una terrible impotencia porque es el mismísimo descontrol en persona y no soy capaz de estar sentada junto a él. Sencilla y tristemente, siento asco hacia él.

De modo que vivimos en una situación de antagonismo tremendamente incómoda. Yo le odio, le aborrezco, le evito. Él no es consciente de que ese odio que tengo hacia él no es por él sino por el modo en que el descontrol se cierne sobre su vida. Él siente que le odio pero no sabe por qué. Y no es que le odie a él. Pero no puedo evitar odiarle al ver en lo que se ha convertido. Y vivimos en una situación antagónica de amor-odio terriblemente dolorosa y angustiosa. Y cómo duele el antagonismo.

ANA

7 comentarios:

Krystal Princess dijo...

Sé que no soy nadie para meterme en tu vida... pero si me lo permitís, quisiera dejarte mis consejos a partir de lo que lei, con la simple intención de ayudarte, aunque sea a la distancia y cibernéticamente.

Tu repulsión y asco es hacia la comida, pero no tiene porqué serlo hacia tu hermano. La comida siempre estará. La gente no. Nunca se sabe qué puede pasar y qué día puede llegar a ser el último.
¿Y si mañana lo perdés en un accidente o algo inesperado y no podés decirle nunca más todas las cosas que sentís por él? Estoy segura de que lo querés... no confundas lo que sentís por él con lo que sentís por la comida.

Si no te gustan sus hábitos y su vida, no importa, son asunto de él, igual que tus hábitos son asunto tuyo. Cada uno hace con su vida lo que quiere, ya sea Ana o no...

Aceptalo tal cual es, amalo tal cual es, y te aseguro que con el tiempo el hará lo mismo con vos.

Viví cada día como si fuera el último.

Besitos y fuerza princesa!!!

Camila dijo...

Hola preciosa,

simplemente me encanta como escribes. La relación con tu familia parece ser muy complicada y varias veces he sentido lo que relatas. Sentir odio y asco hacia alguien, pero saber que en el fondo lo quieres, lo necesitas y no puedes concebir tu vida si él.

Bueno, no tengo mucho que decir, sólo me alegra que hayas vuelto a escribir.

Besitos!

Burbujas De Placer dijo...

waw, si que me atrapaste con todo lo que esicrbiste, lo lei todo...y ciertamente yo creo qye es un poco la sociedad tambien, que todo lleva a algo...vos estuviste mal el se pone mal por vos, vos te poens mal x el y asi es una cadena que nunca acaba...

te dejo un besoo

Anónimo dijo...

la brda es qe las cosas por tu ksa tmapoc van muy bien por lo qe cuentas tns razon no odias a tu ermana lo qeres en el fond aunqe t cuest admitrlo pued qe ese odio qe tnga a tu ermano sea solo el rencor qe pueds guardarle d peña d todas formas la anorexia cmo bien sabs kmbia muxo la mnt ya nts lo qe adorabamos hace qe odiemos todo tu hermano estara pasndo un mal momnto cmo bien as dixo pero tu tambien si no lo kiseras no t preocparias por el El odio ala comida el no qerer comer hace qe no qeramos ni brnos comer a nostras misma ni br comer a los demas y sintmaos asco por br ese plato d comida qe los demas estan comiendo (por lo mnos es lo qe me pasa ami) enserio me gustaria qe todas tus cosas se solucionra ya yegara el dia ese qe t sientas bien bsos y animo

ixora dijo...

Hola, me sabe mal q mantengas una relación asi con tu hermano mayor.. la verdad es q yo soy hermana mayor de mis dos hermanospequeños q son gemelos y yo ahora tengo 20 años y ellos 10, los quiero un monton daria mi vida por ellos, desde q han nacido he sido como una segunda madre, sufro siempre por ellos, siempre q salgo de compras me gusta comprarles alguna cosilla para ver como sonrien igual q a mi madre.

y la verdad es q me da lastima como dos personas q podrian estar unidas y quererse tanto pueden distanciarse y "odiarse" de esta manera...

yo juego con mis hermanos aunq tenga 10 años menos y se q tienen suerte pq ellos se tendras el uno al otro y no me gusta q se peleen, me tienen confianza y me gusta, les dejo estar en mi hab cdo yo hago eskemas de mis apuntes de universidad pq me gusta su compañia, em gusta ayudarles a hacer los deberes, y siento como cada vez van a ser mas independientes de mi y me da pena pq no les kiero perder.. y hare todo lo possible para que aunq sean mayores y tengan su vida tengamos un estrecho contacto y ojala eso sucediera contigo y tu hermano.
nunca es tarde para cambiar, siempre se esta a tiempo ana, creo q la esperanza aunq a veces pensemos q ya no esta con nosotros la tenemos, en un rincon q no vemos o q no keremos ver, ojala hubiera sido tu hermana para poder estar a tu lado, pero ojala estes bien y puedas algun dia estar bien con tu familia .

se q te estoy aki exando un discurso q alomejor te sobra xo no se.. es q yo he sido siempre tan protectora tan mami incluso con mis amigas q no se.. me da impotencia ver casos asi la verdad, y no se.. yo mido 1.50 soy pekeña toda yo y lo mas logico es q el grande cuide al pekeño ya q muxos amigos mios me ven fragil xo eso no me impide decirles q yo tb voy a estar alli para ayudarle y para protegerles.

muxos besos ana espero q poco a poco y con esfuerzo mutuo podias entenderos algun dia.

mil abrazos. y lo siento por el rollazo de veras..

Anónimo dijo...

Y aqui estoy nuevamente dejandote mi comentario como en ocaciones anteriores, que ben escrito el que acabo de leer, sabes?
La primera parte de tu escrito sin duda se me hacia conocida, mi hemano me lleva tan solo casi 4 años, y lo amo profundamente, quizas la diferencia es que el no sabe sobre mi enfermedad, dado que eso solo lo saben los doctores puesto que ya tengo mayoria de edad... en fin... se sabe bien que a la moyoria de nosotras nos rige un sentimiento de control sobre nosotras y lo que rodea y es quizas eso la diferencia puesto que mi hermano es muy ordenado, extremadamente, sus libros, horarios, clases, examenes todo esta calculado, fuera de su cuarto el cual no me afecta pues esta bastante lejos del mio... y eso sin duda es una ayuda, las peleas entre hermanos dicen son normales y que chistoso yo con mi hermano discuto por cosas simples, como el que no tira la basura en su lugar o no pone el traste en su lugar etc, pero son pocas las ocaciones pues a decir verdad por su carrera poco le veo y si lo veo esta estudiando, en fin Ana puedo decirte que amo a mi hermano y eh aprendido a vivir y compartir con el, no soy nadie para opinar sobre tu estado, pero trata..una vez mas, ayudalo como el alguna vez trato de ayudarte, tarde o temprano lo captará como tu lo hiciste... Se dice facil, lo sé, pero trata...
atte. Veronika.

Anónimo dijo...

Hola, te escribo para felicitarte porque me gusta mucho como escribes. En verdad lo haces muy bien.
Por el tema de tu hermano, entiendo que digas que lo odies. Todos hemos pasado lo mismo. Muchas veces he pensado como fué que llegué a vivir con mis padres y hermanas, ¿cuál fue el criterio de selección para vivir juntos? ¿si yo no los escogí porque debo llevarme bien con ellos? Espero entiendas lo que trato de decir.
En fin, te deseo mucha suerte y quería decirte también que tomé tu nota sobre Inocencia Interrumpida, la puse en mi blog anotando el tuyo como fuente. Mi blog recién empieza y el tuyo es un buen modelo a seguir. Gracias.
PD. Mi blog es http://elblogdelamariposa.blogspot.com/
Por si te interesa darle una mirada. Un gusto.