Supongo que después de todo os lo debía. Así que… aquí estoy por fin. Me hubiera gustado escribir antes y supongo que tampoco tengo excusa. Quería haberlo hecho pero no lo hice.
¿Por dónde empezar? Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que escribí. Mucho, tal vez demasiado. O tal vez demasiado poco. El tiempo es relativo. Pero en este tiempo han cambiado muchas cosas, otras no tanto. Ha habido muchas novedades en mi vida, algunas positivas y otras no tanto.
Pensé que estaba preparada para esto. El cambio, las novedades, la independencia. Y lo estaba. Pero no estaba preparada para afrontar algunas sensaciones y sentimientos que eso implicaba.
Llegué en Septiembre a este país tan diferente. Otra cultura, otra forma de pensar, otra forma de actuar, otros comportamientos, otro idioma, otras comidas, otra moneda, otro clima… todo es diferente aquí. Pero donde de verdad se siente la diferencia, es en la soledad. En la soledad de mi habitación, en la soledad del día a día. Y tal vez para eso no estaba preparada.
Comparto casa con otros 4 estudiantes. Un inglés, una francesa, una española y una alemana que se acaba de marchar y cuya habitación ha ocupado un francés de padres chinos. Compartimos un pequeño salón con televisor, cocina y baño. Tenemos un jardín trasero bastante amplio que aún no hemos podido usar debido al frío y la lluvia. Mi habitación no es demasiado grande, tampoco es pequeña. Un tamaño medio. El suelo está cubierto por una moqueta vieja y grisácea que da un aspecto algo frío a la casa. Las paredes son de color beige. Tengo varios muebles, una estantería con algunos libros y cosas personales, una cómoda con cajones para la ropa, un armario y una mesa de estudio bajo la ventana que da al jardín trasero. Es una habitación poco iluminada y la mayor parte del día tengo que encender la luz para no estar a oscuras. Junto a la mesa, pegada a la pared está la cama. Es una cama vieja y el colchón se ha ido estropeando con el tiempo pero es grande y caben dos personas en ella, aunque duermo sola cada noche.
Al llegar compré algunas velas y flores secas para dar algo de color y olor a la habitación. También colgué algunos pósters y fotos para darle un toque personal y hacerla algo más acogedora, al fin y al cabo, éste iba a ser mi hogar para los próximos 10 meses.
La convivencia no es fácil. Nunca había convivido con nadie a parte de mi familia. Y no es fácil. Sobre todo cuando tienes cientos de manías en cuanto al orden y a la limpieza. Al llegar todo estaba sucio y dejaba bastante que desear. Poco a poco lo vas poniendo a tu gusto y te vas adaptando a ello. Llega un momento en que, por necesidad, pierdes algunas de esas manías y decides que es mejor pasar que volverse loca.
El campus universitario no tiene nada que ver con el mío en España. Es un campus enorme, lleno de edificios, zonas verdes, teatro, biblioteca, gimnasio, bar, tienda, cafetería, cine, agencia de viajes, centro sanitario… tiene de todo. Está a tan solo 15 minutos andando desde casa.
La ciudad no es muy grande ni tampoco especialmente bonita. No está cerca de casa, al menos para ir andando. Tienes que coger el bus para ir al centro y tardas como media hora. Pero, en realidad, el día a día se desarrolla entre tu casa y el campus.
El inglés al principio se hace bastante difícil, al menos más de lo que hubiera imaginado. Todo es en inglés. Las clases, los trabajos, la compra, comprar los billetes, pedir un café, hablar con la gente… pero poco a poco te vas acostumbrando. Empiezas a afinar el oído y aunque te falta vocabulario empiezas a comprender.
Al principio, todo se hace difícil. Echas de menos tu casa, tu habitación, tu rutina, a tus padres; sí, se les echa mucho de menos, mucho más de lo que imaginas, a tu novio, a tus amigos, tu perro, tu bicicleta, tu gimnasio, tus clases… pero empiezas a conocer gente de todas partes y te sientes libre, independiente, puedes hacer lo que quieras, comer lo que quieras, salir cuando quieras… no tienes que dar explicaciones a nadie. Es lo que siempre había soñado.
Pero a veces los sueños no se adaptan a la realidad. Quería salir de casa, quería hacer cosas nuevas, conocer gente nueva, experimentar cosas nuevas, ser independiente, hacer lo que quisiera… y, supongo que, necesitaba hacerlo.
Pero nunca pensé que sería tan difícil. Supongo que cuando sales de casa para empezar una nueva vida crees que todo será diferente, que todo tú cambiarás también y que todos tus problemas se quedarán allí. Pero no es cierto. Tú sigues siendo el mismo y tus problemas van contigo porque forman parte de ti.
Vine con el absoluto convencimiento de que aquí haría una dieta saludable, vine con la seria propuesta y condición de comer de una forma saludable. No quería tirar todo en lo que había estado trabajando los últimos años por la borda. Era una oportunidad única de demostrarme a mí misma de que era capaz de hacerlo. Y así fue.
Los primeros meses engordé varios kilos. Tal vez porque me descuidé un poco o tal vez porque empecé a comer de un modo mucho más normal. No lo he llevado demasiado bien. Ver cómo algunos pantalones ya no me entran, otros me quedan estrechos, y la ropa ya no me sienta tan bien. Ver cómo mi cuerpo ha ensanchado, cómo mis huesos ya no se marcan, cómo ya no soy capaz de mirarme en el espejo sin pensar estoy gorda. Aunque en realidad me pregunto si eso sucedió alguna vez.
Pero después de aquello me establecí en los 52 kilos que peso actualmente. Supongo que no estoy a gusto con ese número, pero ¿alguna vez lo he estado? Así que decidí que no iba a preocuparme, que no iba a darle más importancia, que comería de una forma saludable e intentaría no pensar en ello. Y lo he hecho, dentro de lo que cabe. He hecho un gran esfuerzo para incluir alimentos en mi dieta que antes no comía. Pero he empezado a cocinar para mí, a comer pescado y carne, a comer huevo y a usar un poquito de aceite en algunos de mis platos. Ya no me salto comidas y estoy satisfecha con ese logro aunque siempre me quedará una pequeña parte de mí que deseará hacerlo, que deseará volver a recuperar aquellas sensaciones. Lo importante es convencerse de que la sensación de estar haciendo lo correcto, de estar haciéndolo bien, de estar consiguiéndolo por fin, merece la pena.
En lo que no había caído antes de venir era que mi problema no era la comida en sí. ¿Cómo no pensé en ello? El problema real sigue estando ahí. Los miedos, las inseguridades, el miedo al fracaso, el miedo a no ser lo suficientemente buena, el miedo a no saber aceptarme tal como soy.
Todo lo que me está haciendo tambalear. Todo lo que me está torturando cada día. Todo lo que me impide sacar lo mejor de mí misma, todo lo que me impide relacionarme con los demás porque siento que no caeré bien, que no le gustaré a nadie, que no le interesaré ni importaré a nadie. Todo lo que me está llevando a la soledad más absoluta que empiezo a no poder soportar porque tal vez no estaba del todo preparada.
Me llevo algo grande de esta experiencia. El saber que lo he logrado, que he sabido enfrentarme a mis miedos, que he sabido enfrentarme al gran reto y que lo he hecho bien. Pero me llevo otro gran reto conmigo que es enfrentarme a mí misma y que no sé si seré capaz de hacer en los próximos meses de soledad que me esperan en este país inhóspito.
ANA
13 comentarios:
Me alegro d saber de ti y d q estás relativamente bien! cuidate y sé feliz, lo mereces. Un beso!
Buenas preciosa, me alegra saber de tí. Me gustó mucho tu blog y pensé que ya no volverías a actualizar...
Entiendo perfectamente como te sientes. Bueno, espero seguir sabiendo de tí, muchos besos, adelante y cuídate.
HOLA ANA!!
HE SEGUIDO TU BLOG Y REALMENTE TE EXTRAÑABA,SIEMPRE QUE ENTRABA ME PASABA POR TU BLOG, PERO QUE BUENO QUE YA PUDISTE ESCRIBIR...
LAS EXPERIENCIAS SON LAS QUE NOS HACEN GRANDES PERSONAS , SEGURO NO ES NADA FÁCIL, PERO LO ESTAS ENFRENTANDO Y ESO ES LO QUE IMPORTA, ESTOY SEGURA QUE CONOCERÁS MUCHA GENTE VALIOSA POR QUE TÚ ERES VALIOSA Y PRONTO SE DARÁN CUENTA DE TU GRAN CORAZÓN Y DE TUS SENTIMIENTOS LINDOS.
EN VERDAD ME ALEGRA MUCHO SABER DE TI OTRA VES, EL LEERTE ME AYUDA MUCHO...
SUERTE, SONRIE Y CUÍDATE!
Que bueno que volviste! Echaba de menos leerte y saber que era de tu vida.
Sabes? yo vivi eso que tu vives ahora a los 16 años, si, estaba tan ahogada que usando de excusa las razones que mis padres querian oir y asi lo logre, hui.
Solo puedo decirte, que aproveches cada instante de esa soledad y de ese seguir siendo tu en otro lugar porque cuando vuelvas a tu casa desearas irte de nuevo, porque una cosa es ser tu misma y luchar contra ti en un pais completamente desconocido (en un pais donde tu eres completamente una desconocida); que estar en tu casa y tener que lidiar con la que todos desean que seas.
Suerte !!!
que fuerte, yo empecé a vivir sola cuando salí de una internación, no quería saber mas nada sobre mi familia, y fue otra vida distinta a la que yo me hubiese imaginado...igualmente uno madura y crece mucho!
un beso grande
:)
Ay linda que chevere que hayas podido publicar. Y lo mejor, que vengas con buenas noticias!! Me elegro muchisimo que te este yendo bien con eso, que estes comiendo saludable, que te esfuerces por hacerlo... Que buenisimo que estes bien. Lo vas superando, y esta valiendo la pena.
Disfruta de la experiencia, sácale el jugo a cada momento... Supongo que la soledad es dificil en medida diferentes para cada persona... Pero no tienes si quiera una compñaerita con kien hablar?? No te creo... No creo que seas tan antipática... jajaja. No tardarás en hacer buenos amigos, te lo aseguro!
Te ves hermosa en esa foto!!
Cuidate y muchísima suerte linda! Actualiza pronto.
Ay Anita!
si te soy sincera creía que ya no volverías a escribir (en el caso de que lo hicieses) hasta que volvieras a España.
Me alegra un montón que hayas sido capaz de enfrentarte a tus miedos, de encontrar la raíz de tu angustia, y de que, por lo menos, el tema de la comida esté prácticamente zanjado.
Es cierto que la vida independiente no es tan bonita como nos la imaginamos. Yo acabo de mudarme (bueno, hace 4 meses) a otra ciudad para empezar la carrera, y a pesar de que me apetecía mucho empezar esta carrera, irme sola, vivir en un piso, en definitiva, ser independiente... me aterra la idea de sentirme como me siento ahora. Sé que mis padres sufren conmigo, pero el tenerles lejos me pesa, aunque nuunca nos hayamos llevado a las mil maravillas...a pesar de eso, a veces preferiría no estar aquí y volver a mi casa. Suena, e´stúpido, porque estudio lo que quiero y dónde quiero, pero no me gusta sentirme sola, odio estar aquí pudiendo estar allí.
entiendo como te sientes, y también sé que esta experiencia nos va a hacer fuertes, porque nada es para mal.
Espero que no dejes tanto tiempo entre una entrada y otro, y te animpo a que te abras, a que no te importe lo que pienses, opinen o digan los demás de ti, que la única opinión que vale es la de la gente que te quiere.
Un beso muy fuerte, cuídate!
-Momo-
Que bueno que estes bien. Gracias por dejarnos noticias tuyas desde alla la tan lejana (por lo menos para mi) Inglaterra.
Espero que los problemas, comunes los primeros meses, pasen. Y puedas acomodarte bien.
Mucha suerte.
Jazu.
simpre leo, lo q dejas ver,... me encanta,
es todo un tema cambiar de pais,... hace 8 meses que lo hice, ...
te ensena.. t muestra tal cual sos,...
y duele.
besos nena donde quiera que estes...
Ana!
Ya voy para 2 años de leerte! aunque debo admitir que recientemente no había pasado por acá.
Me imagino que estar sola en otro país debe ser duro... sin embargo lo estás lidiando como tantas cosas que has lidiado ya, una parte de mi se siente orgullosa de tí!
Fuerza Ana! Mucha fuerza y mucha paz...
Nice.
Anita! que alegrìa saber de ti, cuidate mucho por favor, te extrañe crei q ya no ibas a escribir
un beso
anna
Hola Ana. He aterrizado accidentalmente en tu blog, y viendo tu asunto con la anorexia he hecho un vistazo general a todo lo que escribes en este tu diario. Te lo comento porque próximamente haré un Post en mi blog, del que hablo de muchas cosas, y quisiera hacer referencia al tuyo, para que asi se vea lo que es el dia a día de una persona que lo padece. cuando hablamos de los tastornos de lo que sea, siempre se habla del trastorno en si, pero nucna de la persona que lo padece, y tu blog sería precisamente ese punto de vista. Un saludo.
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