23 OCTUBRE 2007
Es triste pero hoy me siento bien. Sé que muchas de vosotras comprendéis a la perfección ese sentimiento. Tanto la tristeza como la satisfacción. Es el día a día. El antagonismo continuo, día a tras día.
Hoy me siento bien porque ayer lo conseguí. Aguanté todo el día prácticamente en ayunas. Un café bien cargado para el desayuno, una manzana pequeña y una Coca Cola Light para el almuerzo y otro café a media tarde para luego aguantar toda una hora en el gimnasio sudando y dando brincos hasta quedar extasiada. Llegué a casa a las 22:00, después de un largo día del que me sentía muy satisfecha, simple y llanamente, por haber resistido sin tener que alimentar a mi organismo, por no haber flaqueado, por no haber sucumbido a la tentación y, más aún, por no haber sentido siquiera tentación alguna.
A la cena no puedo escaquearme. Es el único rato, agradable o no, que pasamos todos juntos en familia. El único momento que compartimos en todo el día. Me siento cuando todos han empezado ya sin mí. Como un poco de ensalada de tomate con atún y un pequeño trozo de tortilla de espinacas. Por último, la parte sagrada de cada comida, la fruta: una naranja.
Estaba molida. Tanto que apenas me tenía en pie. Es triste pero esa sensación de no poder más y, sin embargo, de haber aguantado hasta el final, ese sentimiento de ser capaz de luchar contra las fuerzas de la naturaleza, contra los clichés, contra las suposiciones, contra la algarabía, contra la tentación, la gula, el ansia, la vulnerabilidad… esa sensación de haber sido capaz, pese a las circunstancias, ese hecho, simplemente ese hecho es lo que me hace sentir bien. No es la comida en sí lo que me hace sentir así. No es el hecho de no comer o de saltarme la comida, no es el hecho de sentir ese vacío permanente en el estómago, no es esa sensación de mareo constante. Es la sensación de ser capaz, de mantener el control por encima de todo, de ser capaz de luchar contra lo razonable, contra lo establecido, contra las normas. Es la sensación que te produce el sentir que eres sobrenatural, que puedes conseguirlo, que eres capaz de saltarte los límites. De eso se trata, mucho más allá de la comida. Es el deseo de explorar los supuestos límites que debe seguir la naturaleza, es el hecho de ir contra la naturaleza y sentir que eres capaz de vencer esa batalla.
Esa absurda batalla, al fin y al cabo. Me resulta desconcertante pensar que estoy en un proceso de recuperación al tiempo que sigo con esas ideas y sentimientos en mi cabeza. Sé que todo eso no va a desaparecer de la noche a la mañana. Sé que tiene que ser un proceso paulatino y lento y no me niego a querer seguirlo pero, en este momento no me siento preparada para enfrentarme a eso. No es la comida lo que me quita el sueño, es ese sentimiento. Esas sensaciones.
No me importa que me obliguen a comer a pesar de que no me apetezca, incluso estoy dispuesta a hacer ese esfuerzo, si de eso se trata, lo que no quiero es que me quiten ese sentimiento. Esas sensaciones. Y mientras todo ello no desaparezca en mi cabeza, la comida seguirá ausente en mi vida.
La mayoría de la gente no entiende en qué consiste todo eso. A qué se refieren esas sensaciones, esos sentimientos. Es difícil entender por qué o cómo la comida o la no comida, en este caso, puede hacerte sentir así. Es difícil entender que necesites ese control, sobrepasar esos límites, lidiar esa batalla contra las normas sociales, y contra la sociedad en sí misma, para sentirte capaz, valorado, suficiente, satisfecho, bien.
Lo más triste de todo es que ni siquiera ese gran esfuerzo sirve para hacerte más feliz. Ni siquiera te hace estar más alegre. Simplemente renueva tus fuerzas para enfrentarte a un nuevo día, a un cuestionable mañana. Es una lucha diaria, continua y antagónica contra ti mismo que no te permite siquiera disfrutar de esa sensación. Cuerpo y mente se enfrentan en una caótica relación. Te sientes bien pero te sientes mal. Tu cuerpo te dice una cosa y te mente te dice lo contrario. ¿Qué hacer? ¿A quién seguir? Puedes sentirte bien contigo mismo mientras cargas con el peso de saber que haces lo incorrecto sobre tus espaldas o puedes sentirte una auténtica mierda contigo mismo aún sabiendo que haces lo correcto. Un dilema. Una cuestión. Un algoritmo sin solución. Ojalá las decisiones fueran más fáciles. Ojalá el antagonismo no fuese tan antagónico. Ojalá el dolor no doliese tanto.
De momento, yo tengo una respuesta para esa pregunta y cada día voy cargando más y más el peso que llevo sobre las espaldas pero ojalá algún día pueda vaciar todo ese
peso que llevo sobre mi cuerpo.
Me quedé dormida porque anoche estaba molida. No tuve tiempo para desayunar (qué pena). Estoy en la facultad y no voy a comer a casa, lo que supone que no voy a comer. Llegaré tarde a casa, de nuevo. De modo… que no tomaré nada hasta la hora de la cena. ¿Por qué tiene esto que hacerme sentir tan bien?
Mañana tengo médico. Mañana a primera hora. Unidad de adultos de TCA del Hospital Royo Villanova. 1ª sesión. Al fin y al cabo, quiero recuperarme… ¿no?
ANA
5 comentarios:
Hola... escribes hermoso. Me dedique a leer tu blog, tu historia desde el principio y el paso que tomaste es muy valiente. En este momento yo no me atrevería a dejar ana, para mi lo es todo y es que no veo nada más allá. Entiendo completamente lo que dices, esa sensación de control, de orden es la que me mantiene feliz y con ganas de seguir adelante en la lucha. Cuando no lo he logrado, soy infeliz. Pero esa soy yo... y yo no quiero salir.
Tu ya estás un paso mas alla. Notaste que ya no te hace sentir bien y estás dispuesta a sanar y recuperar tu vida... y muchas felicitaciones por eso, porque te mereces sanar y volver a disfrutar de la simpleza de las cosas, y no hundirte en el autoflagelo disfrazado de sensaciones gustosas.
besitos y mucha fuerza.
y si, si quieres curarte.
Hola!!! Que mal q estes asi. Pero yo voy a ti!! Yo se q tu lograras dejar a ana pq ella no es mas fuerte q tu vdd? Estas dispuesta, tienes el apoyo de tu familia, tienes ayuda profesional... vas bien. Ya veras esos 5 años que seguramente seran dificiles pero van a ser gratificantes.
Fuerza, animo princess!!!
Creo que me has decepcionado, aunque a ti poco creo que te importe eso,solo he leido tu 1º parrfo y he decidido no seguir leyendo mas,me doy cuenta que solo te interesa tu persona, tu y solo tu, y te sigo desde hace mucho tiempo y me alegre mucho por ti porque empezabas una nueva vida, pero solo son patochadas para engachar con otra historia mas.
Ya no creo que tenga nada mas que hacer en este blog; solo decirte,por favor,que no le hagas perder el tiempo contigo a gente que ayuda a chicas para salir del pozo negro de la anorexia vale? Ayudarias a mas gente con eso que con este blog. Por que a mi desde luego no me estas ayudando en nada, y mas de una vez te la pedí.
que te vaya bonito.
el proceso es muy lento, lo se por experiencia, pero cuando kieres algo con todas tus fuerzas y es recuperarte, ser sana, y sobretodo SER FELIZ, no creo que se te pasen cosas por la mente como la de alegrarte por que no has comido nada en todo el dia...Yo apenas comia, porque es duro empezar..pero el chip es lo 1º que cambias y creo que tu no lo has hecho.Si kieres recuperarte, de verdad, haz lo que te dicen, pero no des falsas esperanzas a la gente de tu alrededor.
sin q te sienta mal... az un pequeño cambio de mentalidad, deja de ver como un logro el ayunar, por que te estas mintiendo, no lo es. y no se de donde as sacado esas ideas. ese acuerdo q as creado con tu mente (q la esta destrozando a la vez q podria llegar a destrozar tu cuerpo) de sentirse bien cuando no comes, esta aciendo que retrocedas, en tu recuperacion y en tu vida, en vez d crecer decreces, aunke tu cuerpo se desgaste pierdes años mentalmente por q, llegas a no razonar, todo pierde sentido, te daras cuenta de q todo te empieza a dar igual. Con todo mi respeto, hace mucho tiempo que te leo, y e escrito unas cuantas veces. Yo tambien lo estoy pasando mal. Y no llega el dia q REALMENTE me sienta satisfecha cnmigo misma.
no escojas el camino del sufrimiento.
ile
Publicar un comentario