Doctor, doctor...

09 MARZO 2007


Soy gilipollas. Soy gilipollas.


Hace algo más de dos semanas detecté un leve color rojizo en mi orina que parecía sangre. Me asusté un poco. Durante los días siguientes tuve problemas de insomnio, sudores fríos, dolores de cabeza, escalofríos y tenía ganas de orinar continuamente. Todo ello no me preocupó en absoluto, pensé que se pasaría. Pero lo de la sangre en la orina reconozco que sí me preocupó. Busqué por Internet qué podía ocasionarlo y, entre otras cosas, podía ser un síntoma de cáncer de vejiga. Era poco probable pero me asustó tanto que decidí ir al médico. Ahí empezó el problema.


En los últimos 8 ó 10 años he ido al médico de cabecera en 2 ocasiones por sendos problemillas insignificantes. Soy algo así como una “anti-médicos” aunque la verdad es que no sé muy bien por qué.


Para empezar, no me gustan todos los formalismos y papeleos que hay que superar antes de ir al médico. Nunca he sabido a dónde tengo que ir y para qué hay que ir a un sitio u otro. Primero debes concertar cita a una hora que te dan obligatoriamente y a la que, en la mayoría de las ocasiones, no puedes acudir. Luego, tienes que esperar tu turno, porque te dan una hora que no se corresponde con la hora a la que entrarás. Esperas con un montón de gente alrededor de lo más curiosa que te mira de arriba abajo pensando qué problema extraño te habrá traído al hospital. Entras en la consulta con un señor que no conoces de nada y que te trata como si fuera tu mejor amigo al que le puedes contar cualquier cosa. Un señor que tiene que mirar al ordenador cada vez que dice tu nombre porque no sabe ni con quién está hablando. Cuando te vas, te das cuenta de que ese señor no tiene ni idea de lo que te pasa, al menos, no más que tú. Te receta unos medicamentos que, con suerte, no te harán ningún efecto y te cita de nuevo la semana siguiente para unas pruebas a otra hora endemoniadamente horrible, para la cual deberás desorganizar tu horario completamente y, así, poder acudir a la absurda prueba. Cuando terminas la prueba, en la que nunca sabes muy bien si aprobarás o no, te vuelven a citar la semana siguiente para recoger unos resultados que no entenderás porque están en algún tipo de lenguaje cifrado incomprensible para la mayoría de los mortales. Es inhumano. A todo esto hay que añadir las colas de todos esos hipocondríacos que pululan por el hospital como si no tuvieran nada más que hacer, las miles de puertas y pasillos del hospital que debes atravesar y encontrar como si fuera un auténtico laberinto y la decena de mostradores que debes sortear hasta encontrar el que te corresponde.


En segundo lugar, no me gusta el trato que se da a las personas. Se les priva de su personalidad y su identidad y se les trata como meras historias. No somos más que historiales absurdos en las consultas de los médicos, con mucha suerte, adecuadamente clasificados y con no demasiados errores.


En definitiva, no me gusta cómo funciona la Seguridad Social en España, no estoy de acuerdo y, por tanto, no voy al médico. Entiendo que la sanidad es un bien complejo y, no dudo, que el sistema sanitario español sea bueno y tenga un gran valor pero no estoy conforme con el funcionamiento de la administración.


Después de esta pequeña crítica, continúo con mi historia.


Decidí no decirle a nadie que iría al médico porque no lo creí oportuno. Llamé y me dieron hora para la semana siguiente. Durante los días anteriores estuve pensando qué le diría al médico. Me lo pensé muy bien. Desde hace mucho tiempo he querido hacerme algún tipo de prueba o análisis para saber cómo estoy realmente. Actualmente tengo dolores y problemas de estómago, me cuesta mucho hacer la digestión. He desarrollado intolerancia a muchos alimentos que no puedo comer y muchos otros me sientan mal. Estoy convencida de que mi estómago, mi esófago y todo mi aparato digestivo debe estar echo polvo. Estoy convencida de que debo tener muchas carencias, hierro, potasio, algún tipo de vitaminas, calcio, etc, etc. Y, probablemente, como consecuencia, se sume a todo ello otro tipo de problemas que desconozco.


Pero nunca me he hecho ninguna prueba. La razón principal es el miedo. Me da miedo hacerme una prueba porque me da miedo el resultado. Si tengo algún problema no va a desaparecer por conocerlo, así que nunca he querido saberlo. Supongo que me daba miedo conocer la verdadera respuesta. La segunda razón es mi rechazo a los hospitales, médicos y todo lo relacionado. No voy al médico a no ser que me encuentre realmente mal y nunca estoy tan mal como para ir al médico.


Sin embargo, a parte de desear saber cómo estoy realmente, está mi chico. Él siempre me anima a ir al médico, me dice que no va a pasar nada, que debo ir a hacerme alguna prueba para saber cómo estoy, que es conveniente ir periódicamente para hacerse alguna prueba y, más aún, si hace tanto tiempo que no me hago ninguna. Después de pensarlo durante mucho, mucho tiempo, decidí que, tal vez, no estaría tan mal.


Y, cuando pedí hora para ir al médico de cabecera, creí que, quizás, era el momento de hacerlo porque, sino, ex profeso no lo haría. Mi madre me había dicho hacía algún tiempo, que para hacerse una prueba tiene que solicitarla el médico de cabecera si considera que es oportuno así que supuse que debía decírselo a él.


Si quería hacerme alguna prueba tenía que explicarle a ese señor por qué quería hacérmela. Lo pensé mucho. Se me pasó por la cabeza de todo. No estaba del todo segura de si quería contárselo o no a ese señor. Es algo personal que no tiene por qué saber nadie. La anorexia no es una hepatitis ni un cáncer; es una cuestión de sentimientos y emociones, tiene que ver con la personalidad de cada uno. Es algo muy personal que no tiene por qué estar escrito en ningún sitio.


No sé muy bien por qué ni qué me hizo decidirme a contarlo. Supongo que, en parte, creí que sería otro paso más para reconciliarme conmigo misma, otro paso más para aceptarlo como algo más en mi vida y, por otra parte, porque sentí que se lo debía a mi chico.


Me las apañé para ir a la consulta en la hora asignada. Entré y le conté el problema por el que en realidad había ido. Me mandó unos medicamentos y solicitó un análisis de orina. Luego, le dije que había algo más. Le dije que había tenido problemas de alimentación y quería hacerme una prueba. El señor médico levantó su cabeza del ordenador y me miró. “¿Qué tipo de problemas?”. Le dije que no podía decirle muy bien qué porque nunca había ido al médico así que no podía confirmar con certeza ninguna hipótesis. Le comenté lo de los vómitos y me preguntó si los vómitos eran provocados. Le dije que sí, obviamente. Su cara era un cuadro. Yo sólo quería solicitar una prueba e irme, no quería contarle nada más a ese estúpido señor, no era asunto suyo.


Me preguntó si seguía vomitando. Qué estúpido, ¿acaso creía que iba a contarle todo eso si de verdad siguiese haciéndolo? Contesté que hacía casi dos años que no, aunque no fuese del todo cierto porque en alguna ocasión puntual sí que he vuelto a hacerlo.


Después de varias preguntas más como si tenía la regla, si hacía cinco comidas al día (cinco!!! Por dios… pero qué quiere, ¿cebarme?!!)… me dijo que no podía hacerme ningún tipo de prueba. Me dijo que la anorexia era un problema mental y que no había prueba posible. Me dieron ganas de reír y pegarle un puñetazo al mismo tiempo. A ver señor médico… ¿me va a contar usted a mí lo que es la anorexia? Por favor… un poco de seriedad y de respeto. Se cree que por tener el título de medicina ya sabe cualquier cosa. Pues no señor, la idea que usted tiene sobre la anorexia probablemente ni se acerque a lo que es realmente. Usted no es más que un médico de cabecera que receta pastillas y aspirinas así que dedíquese a lo suyo y no quiera dárselas de médico sabiondo.


Me dijo que lo que yo necesitaba era ir al psicólogo. Le dije que estaba perfectamente y que todo eso ya lo sabía pero que, obviamente, la anorexia, aunque es un problema mental, tiene consecuencias físicas y, por tanto, quería sólo hacerme un análisis para saber cuál era mi estado físico. Me dijo que si tenía algún problema de estómago o de esófago que no había ninguna prueba que hacer y que eso no iba a solucionarlo. Le dije que tenía problemas para hacer la digestión y que tenía dolores de estómago y sólo dijo que eso era cosa de la anorexia que en cuanto comes un poco tienes en seguida sensación de saciedad. A mí me va a contar. Estúpido señor. Le dije que no era eso lo que yo tenía y sólo me dijo que tenía que hacer cinco comidas al día y que lo único que me podía recomendar era ir al psicólogo. Me fui de la consulta y no creo que vuelva.


Soy gilipollas, soy gilipollas. Ahora, en mi historial aparecerá “trastornos de la conducta alimentaria” o alguna cosa parecida. Un borrón en mi historial que no es que no quiera asumir, sino que, después de tantos años ocultándolo a toda costa, me resulta difícil aceptar sacarlo a la luz y que se convierta en algo de dominio público. La próxima vez que acuda a un médico sólo seré un historial de anorexia.

ANA


9 comentarios:

M dijo...

Es un gran problema: en cuanto alguien detecta que tienes anorexia, dejan de tratarte como a una persona, y te conviertes en una chiflada que no quiere comer y que no quiere enfrentarse a sus problemas...

No te preocupes por lo que te dijo el medico, aunque yo intentaria ir a otra consulta... tambien tengo problemas en el aparato digestivo pero aun no he ido al medico por miedo, aunque se que acabare yendo.

Un beso y suerte con el resultado de las pruebas de orina (me paso algo parecido una vez y era cistitis, nada serio)

Hestia dijo...

Hola Ana, ¿Cómo estás? Es la primera vez que dejo un mensaje en tu blog, que yo recuerde, pero no es la primera vez que te leo, te visito a menudo, y creo que merece la pena que lo lean. Mi blog no es muy concurrido y hace muy poco que lo he abierto, pero quería decirte que te he agregado a mi lista de links y que si tienes un botón de enlace que lo pongas. De este modo puedo añadir tu banner a mi blog.

Si necesitas ayuda para hacerlo, (por si acaso no sabes cómo hacerlo) yo encantada de ayudarte o de hacerte uno yo misma, todo esto si te parece bien, claro está.

En mi blog hablo un poco de todo lo que me preocupa o lo que me interesa, pero el motivo principal fue mis años de anoréxica y bulímica, deseaba expresarme y compartir.

En fin, si deseas ponerte en contacto conmigo en mi espacio está el correo, y estás más que invitada a visitarlo.

Espero que lo que cuentas en este post sólo se quede en un susto y todo salga bien. Cuídate y hasta pronto Ana, espero :-)
Un abrazo.

http://solo-hestia.blogspot.com

Anónimo dijo...

Hola Ana, no creo que ese sea tu nombre realmente, si no una apología del grupo al que perteneces..quizás decir al que pertenecemos.
No voy a juzgarte, no es mi labor pues sé muy bien, te lo seguro, pero muy bien, como te sientes.
Primero, seguramente sabrás que es así, pero no tienes “anorexia” si no “anorexia nerviosa”, la primera etiqueta indica simplemente la disminución del apetito. El trastorno, fea palabra, pero hay que aceptar la realidad, es la segunda etiqueta… no voy a darte una charla, porque además vi que estas informada (Nadie dijo nunca que fuera fácil llegar a ser una princesa… me conozco la página)

Cómo te dijo el médico, aunque sean panolis a veces llevan razón, te dijo que no había que hacerte ninguna prueba para ver si tu estómago estaba bien, porque si has estado vomitando X tiempo sumado a la mala alimentación…te confirmo que si va a estar hecho un asquito, ya no tanto el estómago, sino el esófago, pues al producir el vómito expulsas los ácidos gástricos del estómago y estos dañan la mucosa del esófago, si pasa un número limitado de veces, muy limitado..se repara, pero si es un proceso continuo…piensa en las consecuencias…
Buff, no quiero pensar en eso.
Lo de la orina, seguramente será una infección, pues al alimentarte mal, tendrías las defensas bajas y las flora saprofita se habrá hecho con el poder, produciéndote la infección, obvio que precisarás tratamiento, según lo quesea lo que te haya producido la misma. Cómo te dice el comentario de arriba, cistitis, quizás, pero requiere tratamiento.

El diagnóstico de anorexia nerviosa que te asusta de momento solo aparece en la historia clínica de tu centro de Salud, hasta dentro de poco, porque se está cambiando el programa, de forma que se acceda a una misma historia desde toda la comunidad autónoma.

Yo hace ya un año, creo que lo hace a finales de mes xDD, que no vomito, después de 3 años de lucha, la última crisis la pase hace poco, pero no pudo conmigo. Es difícil reconocer que se esta enferma y aún así, más cuesta pedir ayuda.
Te mando mi apoyo, y te digo que la vida se ve más bonita de este lado del espejo.
También tuve terapia, de grupo y con el psiquiatra, gracias a eso y (palmadita en la espalda) a mi esfuerzo, estoy saliendo de esa enfermedad, aunque no me termino de etiquetar de enferma, pero eso es un error de percepción. Te aconsejo apoyarte en la familia, en tuchico y pedir ayuda a quien te puede ayudar, un psicólogo, pero eso solo lo harás cuando quieras curarte y, al no verte enferma, no querrás hacerlo.
Pero, yo te pregunto…¿merece la pena tanto sufrimiento y malestar? si la respuesta es “no”, pide cita al médico; que te hagan sonreír y que la comida no se convierta en una batalla, pues es solo una excusa, el problema esta muy abajo. Que no tienes que ser perfecta, que solo tienes que encontrarte a ti misma y ser feliz.

1 beso y suerte.

Ariadna dijo...

Hola.

Solo queria darte la enhorabuena por haberte enfrentado asi a ese miedo, y haberle dicho a un desocnocido que tenias probelmas de alimentacion. Se que cuesta mucho, y que a veces hacen falta años para encontrar el valor y hacerlo.

No desistas. Has encontrado un cretino. Eso ha de repercutir en tu salud? Gilipollas hay en todos lados sabes. Y este medico ademas, como tu bien has dicho, no tiene una buena formacion sobre estas enfermedades. Un enfermo de anorexia o de bulimia no puede limitarse a un psicologo. Nutricionista, endocrino, psiquiatria... son muchisimas las facetas a cubrir. Por supuesto la psicologia es fundamental... y se agradece enormemente, trata el problema mas de raiz. Pero lo demas se hace a veces imprescindible.

Nada mas. No dejes de mirar por tu bien solo por haberte topado con un cretino engreido e ignorante. El problema es suyo, asi que no tienes por que pagarlo tu. Y te recuerdo que en la Sanidad Publica española se puede pedir el cambio de cualquier medico en cualquier momento.

Y de neuvo, enhorabuena por haber dado ese gran paso. Puede que pienses que ha salido mal, pero eso no es lo importante. Lo importante es haber hablado, y no la respuesta que hayas recibido. Es un gran avance. Yo aun no he conseguido hacerlo.

Besos.

Anónimo dijo...

Hola Ana. Me parece que has hecho bien en hablarlo con el medico, no eres gilipollas. En algun momento es bueno decirselo a alguien y en este caso si es alguien que te puede ayudar mucho mejor (aunque esta vez te as cruzado con un verdadero desgraciado...), se ve que necesitas ayuda, y el primer paso es pedirla, no esperes a que sea demasiado tarde. Toda la gente que entra en este mundo necesita ayuda, incluso las que creen que son felices, necesitan a alguien que les diga: "estais aciendolo bien" (que se sabe que no es cierto). Sabes que la primera persiona en huir de ese fantasma eres tu, la gente te puede aconsejar, te puede obligar a comer... pero la base eres tu, tu eres la que tiene q cambiar. Cuanto peso quieres llegar a tener? sabes que la cifra es baja e insana. por que quieres llegar a eso? no es bello. lo sabes verdad? has visto fotos de modelos esqueleticas y no es atractivo, no es bello, es antiestetico, es... un cuerpo enfermo. Se fuerte, si no vas a seguir asi asta morir, y seras esclava el resto de tu vida. hablo asi por que se lo que digo. Tienes familia, amigos, novio... no les defraudes. Intentalo, como el fumador o drogacicto que cree q no tiene fuerza, la saca de algun lado, con esfuerzo. Tienes que aprovechar y vivir, la vida te da muchos palos y no es necesario que te los crees tu misma. Miras a tu arlededor y hay gente infeliz por doquier, y esas personas no pueden arreglarlo...tu si. Eres un ser humano, no un jarron de flores para exibirse, tienes cerebro, inteligencia, no tienes por que seguir esas normas idiotas de el cuerpo perfecto. El cuerpo perfecto es el que viene acorde con la cabeza que rige bien. Has perdido kilos peto no creo que ayas perdido la mentalidad. Se que puedes, aun no has llegado al limite de el no poder cambiar, puedes hacerlo, lo se...el hecho de que hables como hablas, de saber lo que estas aciendo... se te ve inteligente. puedes acerlo. Aunque sea come ligero, pokito, un pokito mas... cosas escurridas, sin grasa... haz deporte... pero no te mates. Es un pozo... y solo la misma persona que se ha tirado en el voluntariamente, puede salir de el...aunque sea dificil.
UN BESO Y TODO MI APOYO.

Lola dijo...

aa claro se creen que lo saben todo, saben pero no todo, y menos algo así, y sí, el psicólogo ayuda pero no sé por qué no te dijo de exámenes físicos, qué raro pero bueno, me gustó tu descripción del principio
besos

lizi

Camila dijo...

A mi me daria panico ir al medico... Si incluso cuando tengo que ir al dentista (que es cada mes por la ortodoncia) sudo frio pensando en que me va a decir que mi esofago y mis dientes estan hechos polvo, pero hasta ahora no ha pasado nada, o la tipa es mongolica o simplemente opto por no meterse en mi vida. En todo caso, no sabria que hacer en un caso como el tuyo. Me muero del susto donde OBLIGATORIAMENTE tenga que ir al medico.

BaRBiE KrYStaL GirL / SozObRa X dijo...

No le temas tanto a los medicos niña.. estan para ayudarnos (a veces y bueno.. ojala y no recaigas fuerte en esto. Besos

Anónimo dijo...

Hola!

Me encanta tu blog. Sigue así !! Te pondré sin duda en mi lista de links recomendados.

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Diario Personal de un Chico Ana
http://anaboy.wordpress.com