4ª Sesión


04 DICIEMBRE 2007


El cielo se desploma ante mí. Los pilares se derrumban. No aguanto ya el peso que cargo sobre la espalda. Me he caído y no sé si podré volverme a levantar. Mis piernas se niegan a sostenerme, mis pies se niegan a caminar.


Lunes 3 de diciembre. 8.30 am.


Llego a la consulta del psiquiatra, llamo a la puerta algo amedrentada. No sé qué tengo que decir. ¿Qué se supone que debo decir? ¿Qué espera que le diga? ¿Qué desea oír? Espero que sea él quien haga las preguntas. Abre la puerta algo sorprendido.


- “Creo que tenía consulta con usted” le digo.

- “A las 9.30 ¿no?” añade él. “Espera.”


Saca una hoja y me pregunta mi nombre.


- “Estás citada a las 11.50. Te has adelantado un poco.”


Me dice que intentará verme a las 9 para que no tenga que esperar tanto. Salgo a la calle y fumo un cigarro al intempestivo frío matinal. Vuelvo a entrar en el hospital. Subo las escaleras lenta y apesadumbradamente. Los pasillos están completamente vacíos. Me dejo deslizar por las baldosas limpias y pulcras con la mirada fija en la puerta de la consulta, esperando que el picaporte gire sigilosamente hacia mi destino.


Por fin se abre la puerta. El doctor asoma su mirada penetrante a través de la rendija de la puerta y me hace pasar. Entro, me quito el abrigo y me siento. Respiro. Él se sienta detrás de su mesa tranquilamente. Desconecta su móvil y comienza a buscar mi historial entre el montón de carpetas que inundan su mesa.


243699. Ese es el mío. Esa soy yo. Un número. Un caso más. Otro cualquiera. Abre mi carpeta y saca todas las hojas que hay en su interior.


- “¿Cómo estás? Me pregunta.

- “Anímicamente muy bien. Me siento mucho más animada, mucho más contenta, más a gusto y dicharachera.”

- “¿Y en cuanto a las comidas? ¿Has notado algún cambio?”

- “No. Ningún cambio. Todo igual. No he notado ningún cambio.”

- “¿Cuánto pesas? ¿Te has pesado recientemente?”

- “46. Me pesaron hace una semana aquí en el hospital”

- “¿Y cuánto pesabas cuando llegaste?”

- “48 kilos.”

- “Llevas aquí más de un mes y has perdido 2 kilos. El tratamiento no te ha hecho ningún efecto.”

- “Sí pero yo pensaba que cuando una persona tiene voluntad era suficiente.”

- “Pero no has hecho ningún progreso.”


Me lee por el encima el historial.


- “…empezaste a adelgazar a los 16 años, perdiste 12 kilos en 1 año. Los 2 años siguientes perdiste 8 kilos. Luego conociste a tu novio y dejaste de vomitar aunque reconoces que no mantenías una dieta equilibrada. Este año muere tu abuelo y vuelves a recaer otra vez. No has reaccionado ante al tratamiento. Tu situación es esta. Yo no puedo hacer más. Creo que en tu caso lo único que podemos plantear es ingresarte en el Hospital de Día.”

- “¿Hospital de Día? ¿Qué es eso? ¿En qué consiste?”

- “Tendrías que venir de lunes a viernes de 8.30 a 14.30 y haces aquí el desayuno y la comida.”

- “Pero esto no es obligatorio, ¿no? Quiero decir… que puedo pensarlo, ¿no?”

- “Sí, claro, nadie va a llamar a la policía para que te traigan aquí a la fuerza. También la consulta es voluntaria y estás aquí porque quieres recuperarte, ¿no?”

- “Sí, pero es que tengo cosas que hacer, tendría que valorarlo porque aunque esto sea importante tengo mis clases y mis horarios, tengo más responsabilidades.”

- “Sí, claro, tienes que valorar las prioridades pero la prioridad es ésta. Cuando te rompes una pierna no puedes decir, no espera que ahora no me viene bien que tengo que ir a clase, voy al médico otro día.”

- “Pero es que mis padres no sé cómo van a reaccionar porque no creo que a ellos les parezca bien que deje de lado el resto de mis responsabilidades por esto, es que ellos no les dan tanta importancia como debería tener y no creo que les guste mucho la idea.”

- “¿Sus padres son médicos?”

- “No”

- “Entonces. Usted tiene una enfermedad muy grave; muy grave. Lógicamente puede hacer lo que quiera pero si lo sigue posponiendo lo que va a hacer es que su cuerpo y su salud se va a ir deteriorando.”


Me fui de la consulta con los ojos llenos de lágrimas. ¿Ingresarme? ¿Cómo que ingresarme? No, no, no puede ser. No estoy tan mal. No estoy tan mal, ¿no? ¿Una enfermedad muy grave? Sí, ya sabía que podía serlo, pero que lo fuera ya… ya… no… no me lo puedo creer. Por primera vez entiendo lo que muchas chicas dicen de que cuando te quieres dar cuenta es demasiado tarde, no hay vuelta atrás. No quiero estar enferma. Sólo quería probar un poquito, un poquito de dieta, un poquito de delgadez, un poquito solo, no quería enfermar realmente, no quería llegar a este punto.


¿Por qué no me habré dado cuenta antes? ¿Por qué es tan difícil? Ayer me hice la promesa, tal vez absurda, de que iba a comer. Tal vez no es más que un modo de engañarme. De decir, joder, no quiero enfermar, no quiero que me ingresen, no quiero morirme, quiero recuperarme, quiero poder hacer una vida normal, voy a comer para demostrar a todos que no me hace falta, para demostrarme a mí misma que puedo hacerlo. Pero no estoy segura de si no es más que una mentira, un engaño para salir del paso y que no me ingresen aún a sabiendas que debería hacerlo, de que sería lo mejor.


Sea como sea, ayer, por primera vez en mucho años, en muchos, muchos años, comí un lunes. Me senté delante de un plato de guisantes con jamón y dos tostadas de pan integral y comí. Comí muy lentamente a bocaditos pequeños. Comí sola. Me comí todo el plato con las lágrimas en los ojos. No vomité. Pero tuve ganas de llorar durante la comida, mientras preparaba la comida, después de la comida, por la tarde, por la noche, durante la cena, antes de acostarme, en la ducha, en la cama, esta mañana al despertar, ahora al pensar en lo que comeré cuando llegue hoy de clase porque hoy por primera vez en muchos, muchos años voy a comer un martes.


ANA


12 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, ya habré dejado algún comentario mío aquí un par de veces. Soy alguien que admira todo lo que estás haciendo y se lo imagina como algo que está en una nebulosa, algo lejano, lo que debería hacer y no hace. Debería olvidar mi IMC de 15 porque así se morire, como siga como estoy me moriré. Aceptarlo es terrorífico con todas sus letras, a mí cuando me lo plantearon de verdad me lo dijeron de este modo -o comes, o te mueres- y no se dan cuenta de que hay miles de cosas por el camino que hacer y superar antes de llegar al punto de ingerir esa materia horrible que todo el mundo dice hay que tragar y tragar, sin sentirse como en una cama de clavos,paralazida, aplastada por los años de rutina sin la comida... Lo más difícil no es aceptarlo e intentar salir, es que cuando estás luchando te digan que te mueres y que más te vale luchar más fuerte. Esta mierda te intoxica para siempre ¿eh? Venga, yo sé aunque no te conozca que a ti te queda mucho muchísimo por pelear.

Anónimo dijo...

si de verdad kieres recuperarte adelante tu puedes lucha al igual que luxabas cada dia por pesar unos gramos menos, ahora debes luchar por salir de aquello que quieres apartar de tu vida.

Leyendo todo esto y sin conocerte creo que tu psiquiatra tiene razón y si no evoluciónas como quisieras lo mejor sería el centro de día aunque ahora kizas te parezca una locura cuando estes mejor tus estudios seguiran ahi pero si sigues cayendo en picado quizas llegue el día en que no puedas volver a clase.

En realidad yo creo que todas seguimos con ana o con mia por miedo miedo a lo desconocido miedo a lo que vendra después, miedo a que por dejarla a un lado empecemos a coger kilos. Nuestra vida gira en torno al miedo.

bsos y lucha por lo que kieres.

ANNE dijo...

SE QUE LO QUE NECESITAS EN ESTE MOMENTO NO ES EXACTAMENTE PESAR, LASTIMA O UN LO SIENTO, Y TAMPOCO NECESITAS QUE ALGUIEN TE DIGA SABES? LO QUE ESTA PASANDOTE ES LO QUE HE CHATEADO TANTAN VECES CON MAS ANAS PREGUUNTANDONOS SI ALGUN DIA LLEGAREMOS A ESTAR ASI.
PERO SABES? ERES TAN FUERTE QUE TU MISMA TE HAS DADO CUENTA DE ESO Y SABES QUE DESPUES DE TODO LO QUE HAS ECHO POR TI NO PIENSAS REGRESAR ATRAS Y VIVIR ES ALGO QUE QUIERES Y SE QUE HABRA UN CAMINO EL DE INTERNARTE, EL DE HACERLO SOLA O OTRO CAMINO APARECERA PERO PROMETE, JURA, QUE NO VOLVERAS ATRAS NI SIQUIERA MIRARAS ATRAS SI TE VAS A TENTAR DE QUERER RETROCEDER.
TAMBIEN SERE INTERNADA Y MI SUEÑO ESTARA ROTO ERES LA PRIMERA DE LA BLOGOSFERA EN SABERLO, EN LUGAR DE ESTUDIAR EN MADRID COMO QUERIA Y SERIA ESTARE INTERNADA PORQUE MI FAMILIA SE HA ENTERADO Y MI PADRE ME INTERNARA EN EL MOMENTO EN QUE TOQUE SUELO MADRILEÑO.
AMIGA, ERES MI FUERZA, ERES LA PERSONA QUE ME HACE DAR GANAS DE QUERER ARREGLAR MI VIDA YO ANTES DE MORIR TAL VEZ TE IMPORTE POCO PERO SOLO ¡NO MIRES ATRAS!

Anónimo dijo...

Yo se que eres fuerte! y claro que este no será el primer martes que comas, sera el inicio de muchisimos mas te lo aseguro!

Como siempre te digo: FUERZA!

Andrea

princess__ana dijo...

esta copado tu blog muchas cosas.. lei un poco, por que estoy media apurada.. mucha suerte..

Unknown dijo...

hola !!
tal vez esas palabras tan duras eran las que necesitabas para darte cuenta que esto realmente esta en juego..esta poniendo en juego tu vida, ahora es tiempo de darse cuenta, porque si quieres salir de esto es necesario que lo enfrentes.
no se que sea lo mejor, si ingresarte o no, o tal vez ya con este acontecimiento t des cuenta de lo que realmente esta pasando.

fuerza y animos

Anónimo dijo...

“El cielo se desploma ante mí. Los pilares se derrumban. No aguanto ya el peso que cargo sobre la espalda. Me he caído y no sé si podré volverme a levantar. Mis piernas se niegan a sostenerme, mis pies se niegan a caminar.” Cuantas veces habré dicho eso mismo yo también…

Ahora mismo estoy como tu. Y Joder te tengo envidia sana, he seguido tu blog y desde que te decidiste a dar el paso todas tus citas han sido rápidas, y ya veo que te han propuesto el hospital de día sin problemas. Yo estoy con una psicóloga privada y un dietista privado, la psiquiatra es de la seguridad social y aunque fui preferente tras perder 12 kilos (no en un año como tu) si no en dos meses, no me pueden ver ni siquiera mensualmente además para que me deriven a la unidad de trastornos de la conducta alimentaria, que ni siquiera está donde yo vivo, me tienen que poner en lista de espera que posiblemente tardarían mas de seis u nueve meses en contestarme, en fin.

Los tratamientos son duros, requieren esfuerzo, yo misma me doy cuenta de que tengo que cumplir unas pautas de conducta a veces absurdas, otras veces veo que cuartan mi libertad, que joder quiero tener una vida normal, que estoy en la universidad, que tengo mi trabajo, mis amigas… pero es una oportunidad muy grande lo del hospital de dia, aprovéchala.

Y no pienses que no estas reaccionando bien al tratamiento, ellos mismos deben saber que es pronto, que esto es largo, y que la medicación hace bajar de peso, a mi me lo dijeron, yo bajo kilo por semana casi y estoy comiendo.

Mucho animo, no te desanimes, porque aunque no lo creas cuando te veo luchando y te veo bien me das un empujón, cuando tu caes yo caigo.

Elena

Anónimo dijo...

T entiendo poco y mucho a la vez. Poco porque yo nunca he dejado de hacer una comida, aunque sea una sola al día. Amo esos momentos en los que me permito comer, porque se que no lo volveré a hacer hasta el otro día... me explico?

Y te entiendo mucho porque cuando ya me he permitido hacer 1 comida no puedo hacer la otra, no puedo, es terrible... que mi mamá me de un plato de comida para la cena y le diga no no no no, no puedo. Me resisto.

Yo perdi tmb como 12 kg pero en 4 meses.

Pulguita dijo...

Hola!

Me pasado x aki muxas veces...

No sabia exactamente q ponerte...

Un consejo..

Si tu crees q tu medico tiene razon y as de ingresar azlo...

Ten en cuenta q los estudios los puedes retomar cuando quieras...

Pero la vida no...

Se q es dificil...

Yo siendo una adolescente tube mis momentos con la comida...
No adelgace muxo...pero algo...
era mas pequeña...tenia unos 12 años...

No me costo muxo...xq mas bien eran formas de desaogarme

No dejes que nadie te diga lo q tienes q acer...
Es tu salud...es tu vida...
Az lo q TU creas mejor...

No te rindas!!

miank dijo...

Hola llevo días leyendo tus cosas y aun no acabo.. sólo kería hacértelo saber. Ya he dejado otro comentario en una de las primeras cosas q pusiste acá... q se llama "anorexia" si no estoy mal...
en realidad kería tu atorizacion para ponerlo en otro sitio, porfavor cuando puedas contáctame!
mi mail es andrecaromartinesarmient@hotmail.com
o si deseas pasa por mi blog, q no es ni la mitad del tuyo, pero es q no todos tenemos el valor q tu tienes a la hora de contar nuestra historia!!
un abrazo y te deseo cómo en la cancion de fito
alegria para tu corazón!!
*meldtie*

Anónimo dijo...

Hola Ana.Hace ya algún tiempo que me paso por tu blog al que llegué por casualidad.Yo siempre he tenido un poco de complejo con mi cuerpo, más que por peso por acumulaciones de grasa en determinadas zonas.También hubo un tiempo en el que creía que si era delgada muchos de mis problemas se solucionarían (problemas con amigas,chicos,família...)y también hubo un tiempo en el que creí matar dos pájaros de un tiro:adelgazar lo que me sobraba y solucionar los problemas conmigo misma.La solución por supuesto no era la que encontré:la coca.Gracias a mí misma (iba a decir a Dios,pero no)y al que hoy es mi marido, paré a tiempo y dejé de buscar algo para evadirme de mis problemas y de pensar que con una 34 sería más feliz.Eso pasó hace 6 años, ahora tengo 31, terminé la carrera,me he casado con el hombre más maravilloso del mundo (nos conocimos en la universidad)y puedo decir que soy feliz.Mucho.Como nunca creí que lo fuera a ser.Si bien es verdad que jamás he tenido problemas con la comida,al contrario,yo adoro comer,disfruto,si siento cada vez que te leo como algunas de las cosas que a mí me pasaban por la cabeza también pasan por la tuya.Espero que no te haya sentado mal que te escriba,simplemente,después de tanto leerte,hoy,por primera vez, he sentido la necesidad de hablarte,sólo para decirte que no puedes desfallecer,que cada día estás un paso más cerca de recuperarte y uno más lejos de la enfermedad.Aunque sea un paso pequeño.Sé que yo no tengo idea de lo que realmente es pasar por esto,pero tengo alguna idea de lo que es sufrir por dentro y solucionarlo mal.Sólo una cosa más;lo que hoy he leído sobre el llanto mientras comías,el obligarte a comer a pesar de ello...de verdad te lo digo que esa fuerza de voluntad y esa dignidad te hará salir de esto.Estoy segura (yo almenos).Sigue luchando cada día.Desde detrás de mi ordenador yo estaré aquí deseando con todas mis fuerzas que des un paso más.Empujándote. Un beso enorme y cuídate.

Lola dijo...

aaaaaaaaayyyyyyyyyy cueraaaaa!!!!
vas a comeer, estás sufriendo pero sabes que debes hacerlo y lo haces por tii, no sabes cuánto te admiro, yo hubiera vomitado y me seguiría matando hasta que fuera demasiado tarde y me diera un paro cardiaco =( ojalá algún día sea como tú y pueda recuperarmee
ánimo preciosaaa lo valesss!!
besoss
XOXO, bye!
angie